Esta es una jornada más de las que Jacinto realiza día a día tras 12 años a sus espaldas en la Pompeu y una experiencia vital ligada al mundo de la hostelería . De ellos, se queda con el buen sabor de boca del trato humano y lo que le aporta. Lo califica como la mejor parte de su trabajo, que también le ha permitido, por ejemplo, aprender idiomas. Jacinto reivindica el trato con el cliente, la complicidad, el llegar a entablar una amistad con el cliente.